lunes, 26 de febrero de 2007

LOLITA y Stanley Kubrick /CINE

publicado por Sírculo octubre 2006



Kubrick y Sue Lyon

LOLITA 1962

STANLEY KUBRICK


Dedicado a Iván Feo, que no ha visto Lolita de Kubrick.

Kubrick empieza con un prólogo de cine: Un hombre entra a una casa y mata a sangre fría a otro. Es el profesor Humbert que mata a Clare Quilty. En la novela de Vladimir Nabokov, esa muerte aparece casi al final. Es lo mismo, viene de allí, o va para allá.
Al final de la película , yo, estoy llorando desconsolada junto a Humbert. No sé a quién le tengo mas lástima si a la niña o a Humbert. El hizo todo, todo por su amor, pero fue en vano. Menos mal que Humbert se tapa el rostro mientras llora, si no, la cursilería haría exclusividad, como en cualquier telenovela.
- no hagas una escena, le decía Lolita.


El amor es en definitiva muy cruel.


Y es que ese drama, es un imposible como amor, fuera del establishment, visto muy mal por la sociedad, incluso por la mas comprensiva.


Olvidemos por un momento que ella tenía doce años cuando Humbert la conoció, y, al verla echada en el jardín se enamoró, por su puesto a primera vista.
Por Lolita se quedó en esa casa pavosa. Por Lolita, se casa con esa señora no menos pavosa que trata de ser seductora y ridículamente tigresa. Coqueta hasta mas no poder, fuera de lugar con sus aspiraciones de mujer feliz. Una doñita viuda todavía con atractivo, como diría ella de si misma en un momento oportuno, una mujer que no tiene una pizca de interés por nada que no sea atrapar a un hombre.

Eso no es un crimen, pero, esa señora es una tremenda arribista que quiere imponer su puesto en la sociedad, por encima inclusive de su propia hija. Quiere que su hija no moleste en lo mas mínimo su noviazgo, muy cerca de echar frutos. Si, esto no es un crimen, ¿pero contra su propia hija?. La hecha, la envía a un campamento de verano.


Olvidemos por un momento que a Humbert le interesaba el sexo animal, ¡oh!, en el que todos caen como en una trampa anunciada. Allí no había niña, ni había hombre de edad, era el amor en su mas cruel presencia.


La mujer madura se salió con la suya, se casa, descubre los escritos del hombre (irrespeto al espacio de otro, eso se llama robo), allí lee todo el deseo y el amor que siente él por su hija. Sale enloquecida de casa y muere atropellada como un gato. Esa fue su búsqueda, su perdida de tiempo.


Lolita está atrapada por el mundo de los adultos. Sea nínfula o no.


Humbert busca a Lolita en el campamento de verano y en un largo viaje conocen lo que les depara. La primera noche, en el hotel queda un solo cuarto con una cama king, Humbert alquila un catre para no dormir juntos. Es una maravilla de plano. Humbert duerme en un catre caído, pleno de incomodidad y ella a sus anchas en el centro de una cama enorme.
Lolita es la dueña del mundo por un momento en su vida.


La historia de Humbert y Lolita se abre, pero se convierte en mas pecaminosa. Ahora, además hay incesto. Definitivamente, el amor es cruel.


Humbert, celoso de todos, menos de quien en realidad era, eso pasa a menudo. Clare Quilty se burlo de él a mas no poder, era pues su adversario, interpretado maravillosamente por Peter Sellers. La secuencia del baile es para enamorarse de Clare Quilty. No le importaba Lolita para mas nada que para un papel de una película porno futura, cosa que no estaba en los planes de Lolita, pero si en uno de los tantos planes de este artista de dramáticos.

La perfección de un papel histriónico: esa era la niña Sue Lyon actriz de 14 años que hacia el papel de Lolita. Cada vez que masca chicle me recuerda mis años ninfuloides, cuando los estilos de masticarlos me importaban, y tomar Fanta con pitillo y levantar frágilmente el menique era un acontecimiento. Guardo las distancias, no fueron tan nínfulos como los de esta niña, pero por allí iba. Cuando al final, refiriendose a su loco enamoramiento por Clare Quilty, le díce a Humbert:


- sabes, ese carro que nos perseguía?
- no lo olvidaré en mucho tiempo, decía Humbert.
- ese era el hombre por el que estuve loca toda mi vida. ¿Todavía no lo adivinas?, ese era Clare Quilty, -decía Lolita.
- supongo que nunca se te ocurrió que cuando te mudaste a nuestra casa…mi mundo entero no giraba a tu alrededor. Estaba loca por él desde los tiempos…que él solía visitar a mi madre….
no era como tú y yo…,
no era una persona normal…,
era un genio!!!

tenía de…
una hermosa filosofía oriental de la vida……,
no tardó en averiguar lo que pasaba entre nosotros. Y desde ese momento usó todos los trucos que se le podían ocurrir – decía Lolita.
-¿hizo todos esos brillantes trucos tan sólo por el deleite de atormentarme? preguntaba Humbert.
-Bueno, a veces tenía que hacerlo, como lo del psicólogo alemán. Te tenia que engañar para que me dejaras actuar en su obra…
El psicólogo de Lolita en el film de Kubrick, le dice a su padrastro:
“ella es desafiante y grosera.
Suspira mucho en la clase
Suspira, hace el ruido de …
Masca chicle con vehemencia,
Masca chicle todo el tiempo.
Eso no importa su voz es agradable.
Se ríe a menudo y es excitable
Se ríe de las cosas
Un poco soñadora. Concentración escasa
Mira el libro por un rato
Y luego se cansa de él
Tiene chistes privados
Nadie los entiende así que
no pueden disfrutarlos con ella
tiene control o es excepcional,
o no tiene control alguno.
No podemos decidir cuál.
Y además, ayer mismo, Dr. Humbert
…escribió una palabra muy obsena con pintalabios…
en un panfleto de salud.
Así, que en nuestra opinión, ella sufre
De una aguda regresión de la líbido….
De sus instintos naturales.”

Un film basado en una novela celebre o nó, es siempre la obra de otro, sin embargo la Lolita de Kubrick carga con lo importante de la Lolita de Nabokov.
Es contarlo con todo, y sólo 40% con las palabras. Tampoco, es la imagen en crudo, tiene que ser articulada. No es hacer un encuadre y ya, ni es la “detestable” e insufrible camarita. Es el movimiento de cámara preciso. No sin razón, Truffaut decía que el travelling es cuestión de principio. Pues, todo lo que entra en un plano, en una secuencia, en el discurso de una película es una cuestión moral, es una cuestión de principio. No está allí por la simple adoración a lo exquisito, a los pobres tótem que arrastramos a lo largo de nuestras vidas y queremos que salgan en pantalla a cualquier precio. Los deseos hay que saber pedirlos, buscarlos y hacerlos.

La gesticulación del actor y su personaje, el vestuario, la atmósfera, la luz, la fotografía, el sonido, mucho más, y sobre todo el camino sinuoso, torcido y atormentado del director, deben ser cien por ciento puntuales.

Toda palabra que no puedas decir con un gesto preciso, olvídala. Con una luz indigna, con movimiento de cámara absurdo, olvídalo, no sólo es perdida de tiempo, no es cine. La palabra es ruido con el que debes poder lidiar bien. Usarla con extremo cuidado. Si las palabras en la literatura son de cuidado, en un film debe ser ingeniosas, pues la palabra en la película siempre está deformada, son como sonidos descomedidos, bruscos, desconsiderados, insolentes, diminutivos ridículos, atroces y vulgares. Si eres observador agudo, encontraras la secuencia central, la que nos da a entender el meollo, la acción aunque esta sea muy lenta, es la angustia interna. La violencia de un personaje no es lo que está afuera es lo que se lleva dentro, esa es la que queremos mostrar.

Stanley Kubrick

'Cuando haces una película,tardas unos días en acostumbrarte al equipo. Es como desnudarse delante de cincuenta personas...'Kubrick.
Eurídice Zamora ©

1 comentario:

Anónimo dijo...

El otro texto, es también delicioso, hablas o mas bien escribes naturalmente de eso que te apasiona, pero sobre todo todo parece tejerse con justicia en tu discurso. Esto es genial: ‘Toda palabra que no puedas decir con un gesto preciso, olvídala. Con una luz indigna, con movimiento de cámara absurdo, olvídalo, no sólo es perdida de tiempo, no es cine. La "palabra" es ruido con el que debes poder lidiar bien. Usarla con extremo cuidado. Si las palabras en la literatura son de cuidado, en un film deben ser ingeniosas, pues las palabras en la película siempre están deformadas, son como sonidos descomedidos, bruscos, desconsiderados, insolentes, diminutivos ridículos, atroces y vulgares. Si eres observador agudo, encontraras la secuencia central, la que nos da a entender el meollo, la acción aunque esta sea muy lenta, es la angustia interna. La violencia de un personaje no es lo que está afuera es lo que se lleva dentro, esa es la que se quiere mostrar.” Aquí solo puedo agregar que se te ha pasado un signo de exclamación de overtura, no es preciosismo o purismo, solo que como el español lo exige y los otros idiomas que puedo leer y escribir no, pues siento que es preciso respetar sus particularidades.
Kelly