jueves, 30 de agosto de 2007

Conversación con Adriana Villanueva sobre Echenique y su mundo para Julius [será en noviembre 2007]
clik en la imagen de este texto

miércoles, 29 de agosto de 2007

próxima lectura: UN MUNDO PARA JULIUS


Alfredo Bryce Echenique
datos del diccionario

Nacido dentro de una prominente familia de banqueros, se educó en el seno de la oligarquía limeña, su bisabuelo fue José Rufino Echenique. Bryce Echenique cursó sus estudios primarios y secundarios en colegios ingleses en Lima. Se licenció en Derecho y obtuvo el título de Doctor en Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. En París se diplomó en la Sorbona en Literatura francesa clásica (1965), Literatura francesa contemporánea (1966), Magister en Literatura Universidad de Vincennes, París (1975), Doctor en Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (1977).

En 1964 se trasladó a Europa y residió en Francia, Italia, Grecia y Alemania. Desde 1984 radica en España aunque suele pasar largas temporadas en su tierra natal. Regresó brevemente al Perú en 1999 y abandonó el país ante el clima político que existía en la nación. Regresó, pues, a Barcelona en 2002 y publicó su segundo libro de memorias, Permiso para sentir, en 2005, denunciando ácidamente la transformación de Perú.

Bryce Echenique se ha declarado seguidor de los argentinos Julio Cortázar y Manuel Puig, y de los peruanos Julio Ramón Ribeyro y César Vallejo, porque "introdujeron y produjeron el mundo de los sentimientos y el humor, tópicos muy escasos dentro de la literatura latinoamericana de entonces".

En efecto, la narrativa de Bryce Echenique, entre lo delirante, lo añorante y lo grotesco, está poblada de simpáticos personajes que se mueven como un poco perdidos en un mundo laberíntico, en medio del humor más fino y la ironía más tierna. Bryce Echenique es un maestro de la palabra, a la que domina y recrea, concediéndole nuevos significados. Su fino humor es reconocido tanto en América Latina como en Europa. Todas sus obras están llenas de personajes que él conoció personalmente.

Ha trabajado como profesor en las universidades de Nanterre, la Sorbona, Vincennes, Montpellier, Yale, Universidad de Austin, Universidad de Puerto Rico, etc. Conferenciante o ponente en congresos de escritores en el Perú, México, Venezuela, Estados Unidos, Italia, Cuba, España, Francia, Suecia; Argentina, Canadá, Bulgaria, Puerto Rico.

En 1968 ganó el Premio Casa de las Américas por su libro de cuentos Huerto cerrado, publicado ese mismo año.Premio Nacional de Narrativa de España 1998, es uno de los autores hispanoamericanos más traducidos del momento, ganador del premio Planeta en el 2002 por su novela El huerto de mi amada .

El 2005 se han reeditado en Perú y Latinoamérica gran parte de sus libros a precios populares y han tenido gran acogida en las librerías.

Obra

1968 - Huerto cerrado (cuentos), premio Casa de las Américas.
1970 - Un mundo para Julius (novela), Premio Nacional de Literatura en Perú (1972) y el Premio a la Mejor Novela Extranjera en Francia (1974).
1974 - La felicidad ja ja (cuentos).
1977 - A vuelo de buen cubero (crónicas de viaje y diversas).
1977 - Tantas Veces Pedro (novela).
1981 - La vida exagerada de Martín Romaña (novela).
1984 - El hombre que habla de Octavia Cádiz (novela) (Ésta y la anterior forman lo que se conoce como el Díptico de navegación en un sillón Voltaire).
1986 - Magdalena peruana y otros cuentos (cuentos).
1987 - Crónicas personales: edición aumentada de A vuelo de buen cubero (crónica de viaje, literarias, y diversas).
1987 - Goig (relato infantil escrito en colaboración con la escritora salvadoreña Ana María Dueñas).
1988 - La última mudanza de Felipe Carrillo (novela).
1990 - Dos señoras conversan (tres novelas breves).
1993 - Permiso para vivir ("antimemorias" I).
1994 - Muerte de Sevilla en Madrid (cuento)
1995 - No me esperen en abril (novela).
1996 - A trancas y barrancas (recopilación de artículos ¿?periodísticos).
1997 - Reo de nocturnidad (novela).
1997 - Guía triste de París (cuentos).
1999 - La amigdalitis de Tarzán (novela)
2002 - El huerto de mi amada (novela), premio Planeta de novela 2002.
2005 - Permiso para sentir ("antimemorias" II).
2005 - Entre la soledad y el amor(ensayo).

domingo, 26 de agosto de 2007


¡pobre Robin!, decia una y otra vez el loro.

“¡Ni siquiera una sola persona de cada diez – escribió Edgar Allan Poe -, ni siquiera una de cada quinientas se imagina ni por asomo que en la creación del periplo de Robinson se ha empleado hasta la última gota de genio o incluso de simple talento! Los hombres no lo admiran porque se trate de un logro literario; a ellos no les preocupa Defoe en absoluto, pero sí Robinson.”
Coetzee
una pregunta más a nuestro invitado ABT
¿Qué libros no prestaría?

Tengo un estante en mi biblioteca con los libros que no prestaré jamás. Ahí hay algunas ediciones que son difíciles de conseguir (West, del poeta norteamericano Charles Olson; un ejemplar de 500, de la edición original de 1966); libros a los que les tengo un afecto especial (El primer ejemplar que leí de los Diarios íntimos de Baudelaire, la correspondencia entre Pasternak y Marina Tsvietáieva, una edición de El Guardagujas de Arreola, con fotografías de Jill Hartley…); algunos libros dedicados por escritores que son importantes para mí (Tito Monterroso, Salvador Garmendia, Roberto Bolaño...)

sábado, 25 de agosto de 2007

DESGRACIADESGRACIADESGRACIA


perro semihundido GOYA 1821-23


- Estoy de acuerdo: es humillante, pero tal vez ese sea un buen punto de partida. Tal vez sea eso lo que debo aprender a aceptar. Empezar de cero, sin nada de nada. No con nada de nada, sino sin nada. Sin nada. Sin tarjetas, sin armas, sin tierra, sin derechos, sin dignidad.
-Como un perro.
-Pues sí, como un perro
.
lucy y david en Desgracia


DESGRACIA J. M. Coetzee.
“...nos odiamos sin remedio; que la palabra nos salva, si acaso, del suicidio..”
Coetzee

“Supongo que he caído en desgracia” afirma David Lurie, un poco antes de su segunda gran desgracia. Era de preverse, lo escrito corría hacia allá. Cuando su ex esposa se solidariza en el conflicto universitario y hablan de la hija de David, ya una gran parte estaba consumada en mis “malos” pensamientos. Sin embargo, el que una historia sea previsible, no quiere decir -al menos para mi- que sea inservible. Esta historia ya a sabiendas, nos sorprende en cada una de sus páginas, nos conduce junto a la infame realidad africana por un interés en su tratamiento como novela. Las palabras de Coetzee van por delante de cualquier situación sea predecible o no. Su manera de procurar cada frase asombra aunque se la espere. Cada pensamiento de David, cada uno de Lucy, irremediablemente nos atrapan.

‘Es de esperarse’, me dije una vez más, cuando Lucy vive su horror. La Desgracia del profesor David contada literalmente casi como en guión de cine (la guía sin pecado), es decir poco uso del gerundio, un estricto presente continuo por doquier, sin mayores adornos literarios, con reflexiones al extremo absolutistas, rodeado de propuestas que el entorno le grita a este protagonista intelectual una y otra vez, casi lo deja a uno sin aliento, sin pausa a la respiración siguiente. Uno pide tregua, tiento al menos. El tono singular de Coetzee convierte lo petrificado de esa tragedia común de la Africanía, en una lectura apasionante sin abandonar su horror frontal. “Al fin de cuentas, esto es África” dirá por un momento David. Casi alcanza a pronunciar, al fin y al cabo esto es el infierno. Una vez más Coetzee muestra que no es ningún petimetre de las letras.

Al terminar el ‘festejo’ de Petrus, se dan una serie de interrogantes con un casco de reflexiones más bien difusas en las que el iracundo David aparenta perder la perspectiva de su vida. David se acerca lo mas que puede a la desgracia por no
abandonar a su hija. Se limita a liberar a los animales de su desdicha, coopera para sus muertes, en algún momento enfatiza su sincera labor, y en un intento por evitar la sensiblería dice: “¿por qué fingir que es un camarada, cuando en realidad es un asesino?”

A todas estas, es muy posible que la desgracia verdadera sea el hecho de vivir en ese letal lugar africano donde subyace a flor de piel el todos contra todos, aunque Coetzee nos eche en cara: “No soy el representante de una comunidad ni nada que se le parezca, soy alguien que tiene noción de la libertad, como la tiene cualquier prisionero encadenado y que construye representaciones de gente que se libera y ve la luz”.

Tal vez la desgracia consiste en no más que la semejanza que lima la intemperie tanto a los hombres como a los animales.
Por un momento, y antes de su pesadilla, Lucy le dice a su papá: ...”no existe esa vida mejor. Esta es la única posible. Y la compartimos con los animales, por cierto.”

Luego al suceso mayor, la tempestad de estos personajes gira y agrieta su estrecha relación. David no se ha percatado aun que hay un camino casi circular que debe pagar por sus crímenes, allí la situación se colorea de un juicio que a mi manera de ver pierde hasta en lo verosímil. La historia con su alumna de marras y él, no fue lo suficientemente atroz como para que David arrastre semejante suplicio. Y, en todo caso al final cobra un carácter de una telenovela cuyos castigos caen como naipes uno tras otro. Diría Bolaño “todos pequeños, todos jodidos”

Y, Lucy queda embarazada, ¡válgame Dios! Es otro cuento nuevo que habrá de conmovernos. Bien, el beneficio de la duda al gran Coetzee, esta historia puede interpretarse desde distintas visiones. Los cuentos son desentrañables. Puedo incluso rehacer estos párrafos de nuevo, y agregarle lo de Byron, lo de Pollux, lo de Driepoot, lo del perdón tan buscado en David, que lo vemos en el inicio de la novela y en el encuentro final con el Sr.Isaac.... Pero, el que más me sobresalta, es este.

Para mi, la historia acaba o culmina en una vandálica pero fuerte reflexión en palabras de Lucy, al momento de reconocer el supuesto automóvil robado. Ella cree que enfrentará su rostro con los dos hombres que la deshicieron. Al sentirse turbada por el encuentro imaginado, agrega en un tour de force:

“- Fue algo tan personal... – dice-. Lo hicieron con tanto odio, de una manera tan personal....Eso fue lo que más me asombró. Lo demás... Lo demás casi era de esperar. ¿Por qué me odiaban tanto? Yo ni siquiera los había visto en toda la vida....Fue la historia lo que habló a través de ellos...Una historia llena de errores. Míralo de esa manera, puede que te ayude. Tal vez te pareciera algo personal, pero no lo fue. Fue algo heredado de los ancestros.....Eso me lo pone más fácil. El sobresalto no desaparece. Me refiero al sobresalto que te produce el sentirte tan odiada. Durante el acto”