martes, 27 de febrero de 2007

La insoportable levedad del ser


I versión
"oh, qué será, ¿que me da? que me duele por dentro, será que me da, que brota a flor de piel, será que me da, y que me sube al rostro y me hace sonrojar, y que salta a los ojos y me hace acalorar, y que me aprieta el pecho, que me hace confesar, lo que no tiene gesto de disimular, y que no tiene derecho de ninguna acusación, y que me hace mendigo, me hace implorar, lo que no tiene medida ni nunca tendrá, lo que no tiene remedio ni nunca tendrá, lo que no tiene receta, oh, qué será, ¿que será?, que da en la gente que no debería, que desacata a la gente en su rebeldía, qué es eso que ni el aguardiente puede calmar, que ni los diez mandamientos van a conciliar, ni todos los ungüentos van a aliviar, ni todos los quebrantos, ni toda la alquímia, que ni todos los santos, será, ¿que será? lo que no tiene descanso, ni nunca tendrá, lo que no tiene cansancio, ni nunca tendrá, lo que no tiene límite, oh, qué será, ¿que me da? que me quema por dentro será que me da, que me perturba el sueño, será que me da, que todos los ardores me van a atizar, que todos los temores me van a agitar, y todos los sudores me van a empapar, y todos mis nervios me van a rogar, y todos mis órganos reclamarán, y una aflicción me hará suplicar, lo que no tiene vergüenza, ni núnca tendrá, lo que no tiene gobierno, ni núnca tendrá, lo que no tiene juicio."
Chico Buarque

Sobre todo, por aquello de que el sexo no tiene prohibición gubernamental.

Las mujeres para Tomás, como decía Sabina, su amante histórica: son como "la tierra nueva". Sin juzgar ninguna porción moral de Tomás, es mostrado por Milan Kundera, como el sexo, que compone esa realidad checa, llena de carencias, prohibiciones, debilidades. Una atmósfera oscurantista. Época dura para ellos, ya consolidados como viejo mundo, obligados a toparse con la intromisión soviética, la que refiere Kundera, cada vez que puede. Los halla partícipes en cada una de las represiones de su vida cotidiana. Y allí, la actitud con el sexo es más indeleble que esta canción con la que abro este texto.

El sexo es la única válvula de escape para esa gente, es la libertad que les queda. Tomás es el prototipo del varón checo, que se vale del sexo como debilidad de la especie, busca las parcelas del amor donde quiera que ellas estén. La esposa, la amante, la secretaria del editor, las enfermeras que le sirven en su trabajo complicado de neurocirujano, del cual saca partido para seguir con su búsqueda válida, en esa sociedad dictada por las normas del socialismo soviético. Y, cuando le prohíben revisar el cerebro de los checos, pues su postura anti-comunista no claudica, se pone a limpiar ventanas y vitrinas, allí, también, mantiene relaciones sexuales con una de las encargadas.

Esa aventura contradictoria entre amar y desear se pueden encontrar en cualquier sociedad, pero en la Checoslovaquia de los años 1968, se desborda como río atormentado.

Mediante el enredo de su vida sexual, Tomás, muestra su ligereza, su equipaje sin peso, su debilidad fecunda en ese establishment socialista. Esa resignación sin sentido, ese sufrimiento que no merecemos. La ligereza le permite andar sin compromisos, es lo óptimo para sobrevivir feliz.

La bella y quieta esposa de Tomás, Tereza, lo conoce en un pueblo donde la sociedad checa muestra su mayor desgano, y se va a Praga siguiendo los pasos a ese amado que venera, como si ese costo fuera conceder cierta libertad. Con su libro de Tolstoi a cuestas, la archiconocida “Anna Karenina”, se une al que va a ser su marido, y tienen un perro que llevará por nombre, el apellido del esposo de Anna, el mismo al que Anna, le fue infiel, en la obra de Tolstoi. Uno podría suponer: ¡infiel a un mudo!, o la infidelidad permanecerá entre ellos. No es una coincidencia, esa sociedad represora tenía sus valores bien establecidos, se podría afirmar que preconcebidos, y Tereza no era excepción.


La exploración de la fibra humana que Tomás, tal parece que colecciona: incertidumbre, curiosidad, amor del mas puro, celos de los mas crueles, falsas expectativas, infidelidad por supuesto, el sabor poderoso de la aventura, y, sobretodo incomunicación. Combina, entra en correspondencia fluida con ese sistema.

El mundo de lo ligero nos es presentado mediante esa sociedad pro-soviética donde los sueños posibles tienen su exclusividad en el sexo.

En el sexo, Tomás, construye su mundo. Tal como en los sueños, uno da rienda suelta a lo que sea, hasta imaginar la voz amada, la voz fiel y certera de aquel que nunca escuchó.
Ornella ©

II versión
oh qué será, ¿que será? que andan suspirando por las alcobas, que andan susurrando en versos y canciones, que andan escondiendo bajo las ropas, que anda en las cabezas y anda en las bocas, que va encendiendo velas en los callejones, que están hablando alto en los bodegones, que gritan en el mercado ¿qué cosa es esa?, en la naturaleza, será ¿que será?, que no tiene certeza ni nunca tendrá, lo que no tiene arreglo, ni nunca tendrá, que no tiene tamaño, oh qué será? qué será? que vive en la idea de los amantes, que cantan los poetas mas delirantes, que juran los profetas embriagados, que está en la romería de los mutilados, que está en las fantasías mas infelices, los sueños de mañanas en las meretrices, lo piensan los bandidos, los desvalidos, en todos los sentidos será que será, lo que no tiene decencia ni nunca tendrá, que no tiene censura ni nunca tendrá, que no tiene sentido, oh, ¿qué será? ¿qué será? que todos los avisos nos van a evitar, por qué todas las rizas van a desafiar, y todas las campanas van a repicar, por qué todos los signos van a consagrar, por qué todos los niños se van a desatar, y todos los destinos se irán a encontrar, y el mismo padre eterno que nunca fue allá, al ver aquel infierno los bendecirá, que no tiene gobierno ni nunca tendrá, que no tiene vergüenza ni nunca tendrá, lo que no tiene juicio.
Chico Buarque

"Por eso la vida suele ser un boceto"



Los cuestionamientos filosóficos que constantemente refrescan la obra de Kundera nos hace irremediablemente, hacer introspección a todo lo largo de su novela y eso le da un valor excepcional “el peso, la necesidad y el valor son tres conceptos internamente unidos: sólo aquello que es necesario, tiene peso; solo aquello que tiene peso, vale”. Su reflexión filosófica, es también la nuestra, cuando en todo momento plantea la necesidad de revisar la consecuencia de nuestras acciones “El hombre nunca puede saber que debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. ¿Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya, la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro” y el peso de nuestras responsabilidades (...)
”Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad”
Sus personajes, con el cual se puede identificar cualquiera de nosotros, tratan de revelar durante su efímera vida en la novela, el punto máximo de la obra “La levedad del ser” (...)
”La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes."
Los personajes enlazados en una trama de amor, celos, traiciones y pasiones acercan al lector a una gama de sentimientos que el amor produce.
“El gozo que le inunda requiere oscuridad. Esa oscuridad es pura, limpia, sin imágenes ni visiones, esa oscuridad no tiene final, no tiene fronteras, esa oscuridad es el infinito que cada uno de nosotros lleva dentro de sí. En el momento que siente que el gozo se extiende por su cuerpo, Franz se estira y se diluye en el infinito de su oscuridad, él mismo se vuelve infinito”
“El amor físico es impensable sin violencia”
“Porque amar significa renunciar a la fuerza”
“El amor cuando se hace público, aumenta de peso, se convierte en una carga. Sabina ya se encorvaba por anticipado al imaginarse ese peso”

Su relato está cargado de eventos, esos que nos permiten soltarnos el lastre que se nos impone y de una forma, sublimizarnos con la posibilidad de creer en ellos “No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia el, desde el primer momento”
“Pero un acontecimiento no es tanto más significativo y privilegiado cuantas más casualidades sean necesarias para producirlo? Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días, es mudo. Sólo la casualidad nos habla”

Sus afirmaciones con respecto a la cotidianidad te mueven y te abren la posibilidad de una esperanza “pero es posible echarle en cara al hombre el estar ciego en su vida cotidiana con respecto a tales casualidades y dejar así que su vida pierda la dimensión de la belleza”
La novela realizada en un contexto político y social de la invasión rusa a Chescolovaquia nos abre una puerta para poder asomarnos y ver un poco de nuestro futuro inmediato. La conclusión es que no sólo nos emociona, sinó que además nos hace pensar. Y eso suele ser interesante.

Ingrid Melizan ©

'La insoportable levedad del ser' FILM


Juliette Binoche

Juliette Binoche es Tereza


Lena Olin es Sabina


Milan Kundera
Advertencia: aquí hablo mal de esta película.
Cuando se tienen diez minutos viéndola, tal parece que uno está precavido, no hay película por ninguna parte. Sin haber leído el libro, por supuesto. Y, si se lo ha leído, suponerlo resuelto de ésta forma nos pone en angustia . Sabemos de que trata Romeo y Julieta, pero, siempre será sorprendente si está bien lograda.
El film político o el combativo, produce claustrofobia, al menos en mi. Porque todos sus argumentos no son visuales, posee esa forma estricta de las imágenes delimitadas, y caramba, el film es todo visual, son, infinitas posibilidades. Ese tipo de cine me sofoca. No me produce miedo, ni tensión, ni asco, ni ternura, ni belleza, ni repulsión...., no llega a la profundidad de las imágenes tan buscadas por los cineastas.
Lo que está en el film de la trama política acá está, y es apenas esto:
- La invasión soviética: la entrada de tanques, fuego, gente corriendo, gritos, humo, muertos y heridos, cámaras fotográficas tapadas: es redundante, y tanta comprensión aburre.
- Los ministros de aquel régimen, le piden al conjunto musical de una discoteca que toquen un himno, lo ponen, y al quitarlo, los ministros se marchan enojados: pobrísima secuencia, por cierto.
- Le quitan el pasaporte y la cámara fotográfica a los que entran a Checoslovaquia.
- Los sectores públicos se muestran reacios en resolver el problema de Tereza.
- Tomás, que es neurocirujano, trabaja, limpiando ventanas, por que no firmó un documento, retractando su postura anterior en apoyo a ese régimen.
- La mejor secuencia de todo el film: un representante del ministerio intenta sobornarlo, para que firme ese documento. Pero esa secuencia es de mera información, no pertenece al drama central de la película.

Filmar la resistencia política es de un canal de televisión, esa información siempre será vilmente manipulada para bien o para mal, pero incluso cada una de esas manipulaciones son limitadas. La inapetencia por el atractivo visual se da en cada una de las protestas, que ya son patrimonio del conocimiento general, y el libro lo logra con mayor respeto. Absolutamente todas las parcelas del discurso político son toscas y vulgares.

Que no exista abundancia, que haya carencias profusas, faltas inauditas de ambición en el pensamiento, tan características de los países socialistas, no está por ninguna parte en la cinta, hasta se ven bellas aquellas casitas europeas.

Si la idea fuera, sólo, la “ligereza” del ser en el mundo de hoy, pero se centra en mostrar, a como de lugar un suceso político innegable. Colocan las secuencias de la invasión a Checoslovaquia, y, ¿eso es, lo que lleva a los protagonistas a buscar ligereza? ¿Eso es lo que me quieren decir?

Empecemos de nuevo. Tomás es un gigoló no en el sentido estricto de la palabra, es decir, Tomas no vive de las mujeres, su rostro, en cambio, sostiene ese carácter de hombre que se las sabe todas en el sexo, eso parece comprensible en una sociedad que frena a la gente vivir en armonía con el entorno.

Todo es falso. La justicia es falsa, el matrimonio es falso, el amor por su profesión es falso, no posee cariño por nada, vivir así, es abominable. Los amores de Tomas son serios, pero son risibles. Él da todo para estar con Sabina, pero juega a abandonarla. Él da todo por su Tereza, pero también juega a abandonarla. Y las otras mujeres son así como extras, llegan a ser hasta figurantes en su pobre vida. Tomas, es un tipo ligero, pero su ligereza es limitada para los espectadores.

Parece que Neruda coincide, en alguna ocasión con Kundera, más que este cineasta.
Vivo de pronto y otras veces sigo
Toco de pronto un rostro y me asesina
No tengo tiempo

(Tercera Residencia, Pablo Neruda)

Kundera es el único que tiene la palabra en el film. En ésta realización cinematográfica se pone en duda la existencia de otro autor, aunque se llame Philip Kaufman ,1988. Es la copia del libro, eso niega al cine. Es un filme aburrido, falto de contenido imaginativo. La novela pierde cuando no se la comprende, y no es falta de espacio, pierde por que se le resta su alma, pierde porque desaparecen sus imágenes literarias, pierde porque se desvanece su riqueza, la obra de Kundera se convierte en vacua.

En los momentos actuales, remover las fibras requiere contundencia, la pantalla está destinada a ser boicoteada por torbellinos de información. Son muchos los códigos a los que se le han quebrado las patas, son muchos los códigos que ya no conmueven. Creo, que al libro le va mejor. Del escrito se pueden decir cosas inquietantes, y sumergirse profusamente en ese mundo que plantea Milan Kundera, del que, tengo que admitirlo, me queda un cierto sin sabor.
Eurídice Zamora ©

lunes, 26 de febrero de 2007

Lectura: Lolita / Vladimir Nabokov en el diccionario


Vladímir Vladímirovich Nabókov (22 de abril 1899 10 de abril, San Petersburgo - 2 de julio, 1977, Montreux), escritor ruso-estadounidense. Escribió sus primeras obras literarias en ruso, pero se hizo internacionalmente famoso como un maestro de la novela con su obra escrita en inglés. Es conocido también por sus significativas contribuciones al estudio de los lepidópteros y por su creación de problemas de ajedrez.

Su novela Lolita (1955), muy popular además, se cita frecuentemente como una de las más importantes del siglo XX, ya que es excelente.

El mayor de los hijos de Vladimir Dmitrievich Nabokov y su mujer Elena, nacida Elena Ivanovna Rukavishnikova, nació en una familia rica y aristocrática de San Petersburgo, donde vivió durante su infancia y juventud. La familia hablaba en ruso, inglés y francés, por lo que Nabokov fue trilingüe desde muy pequeño.

Obra

Los primeros escritos de Nabokov estaban en ruso, pero alcanzó el reconocimiento internacional en lengua inglesa. Por esta circunstancia ha sido comparado con Joseph Conrad; no obstante, hay quien ve esta comparación como discutible, en tanto que Conrad solo compuso en inglés, y nunca en su lengua natural, el polaco (el mismo Nabokov rechazaba tal comparación por razones estéticas). Nabokov tradujo muchas de sus obras primerizas al inglés, a veces en colaboración con su hijo Dmitri. Su formación trilingüe tuvo una profunda influencia sobre su arte. Él mismo describía metafóricamente la transición de un lenguaje a otro como el lento viaje nocturno de un pueblo a otro con solo una vela para iluminarse.

Nabokov es famoso por sus argumentos complejos, sus inteligentes juegos de palabras y su uso de la aliteración. Obtuvo fama y notoriedad con su novela Lolita (1955), que trata de la pasión consumada de un hombre culto con una niña de doce años. Esta y sus otras novelas, especialmente Pálido fuego (1962), le proporcionaron un lugar entre los grandes novelistas del siglo XX.

La estatura de Nabokov como crítico literario se basa principalmente en su traducción y comentario en cuatro volúmenes del Eugene Onegin' de Aleksandr Pushkin. El comentario termina con un apéndice titulado Notes on Prosody que es altamente valorado. La traducción de Nabokov fue el tema de una agria polémica con Edmund Wilson y otros críticos, al haber trasladado lo que era una novela en verso en una prosa no rimada.

Las conferencias sobre literatura de Nabokov revelan también sus controvertidas ideas sobre el arte. Creía firmemente que las novelas no deberían buscar lo didáctico y que los lectores deberían buscar no solo empatizar con los personajes sino una apreciación estética a través de la atención a los detalles de estilo y estructura. Nabokov detestaba las ideas habituales sobre novela; al hablar sobre el Ulises de Joyce, por ejemplo, insistía a sus alumnos en que tuviesen a mano un mapa de Dublín para seguir las peripecias de los personajes, antes que hablarles sobre la compleja historia irlandesa que muchos críticos creen ver como esencial para comprender la novela.

Los detractores de Nabokov le reprochan el ser un esteta y su sobreatención al lenguaje y al detalle antes que al desarrollo del carácter de los personajes.

De Wikipedia, la enciclopedia libre


lolita
'...cada nervio de mi ser estaba aún ungido por la sensación de su cuerpo, lleno de los ecos de aquel cuerpo, el cuerpo de algún genio inmortal disfrazado de niña’.

publicado en octubre 2006

"Nabokov simboliza la libertad, y seguirá haciéndolo. No importa cuánto te presione la gente; de un modo u otro, cualquier persona siempre podrá escribir lo que quiera."
Zadie Smith (escritora inglesa)

Charla con el escritor Salvador Fleján sobre Lolita


Salvador Fleján destacó aspectos que desentrañaron con mayor profundidad la novela. Nos habló de la vida de Vladimir Nabokov que a los cuarenta y un años tuvo que irse a vivir a Nueva York luego de una infancia opulenta en Rusia. Sobre el criterio de este autor ruso para el que la realidad sólo tenía sentido cuando tenía que ser tergiversada por un escritor. Nos sugirió considerar los elementos cruciales que marcan el desarrollo de la novela Lolita y los factores psicológicos de uno de sus personajes principales: Humbert Humbert. Para Nabokov: ‘ Su pedagogía fue una brillante defensa de la arbitrariedad’. Estableció relaciones con otras narraciones del mundo literario y del cine. Nos alentó a dar opiniones sobre lo que él exponía, y a compartir nuestros pareceres con relación a la novela. Si bien la estructura de esta novela, es lineal, subrayó el estilo narrativo de la primera y tercera persona tan usadas por Nabokov en Lolita, en un mismo personaje.
Juan Villoro, dice en su estupendo ensayo sobre Lolita ("La piedad del asesino") muy recomendado en la lista de títulos imprescindibles por Salvador Flejan: ‘ (Humbert) en su relato, alterna la primera persona con la tercera y se convierte en fantasma de sí mismo. La tercera persona le sirve como adecuada careta social o como teatro de los puntos de vista’.
Esto es muy importante en esta narrativa, pues, como dice Villoro: ‘En un giro burlesco adicional, el lector es tratado como si dispusiera de una mente despejada y serena, una inteligencia mesurada que sabrá ponderar y en cierta forma mitigar los arrebatos del monstruo sensible que cuenta la historia. ...La trama gana en fuerza y poder de convicción si incluye los apasionantes enredos que se pasan para narrarla. Con evidente ironía, el acucioso Nabokov se refiere en Lolita a “las exasperantes vaguedades del autor”. Alérgico a la línea recta, dedica un cambiante acoso a sus temas, y aunque descarta esta técnica como los devaneos de un relator ansioso, nos somete a ella para demostrar que, en contra de la opinión del respetable señor Nabokov, sus narradores sucumben a fascinantes distracciones’.
Como Villoro, Salvador Fleján, nos habló de que ‘la conquista de la imaginación dependía de un pacto peculiar con el lector’.
© Miriam Mireles y E. Zamora

Nunca fui una Lolita... ¿Y si confieso que miento?


¿TE GUSTAN LAS LOLITAS?
ME GUSTAN LAS CHICHIS... LAS ROSAS, LOS MELONES, LOS DELFINES


Nunca fui una Lolita, al menos nunca tuve conciencia de serlo cuando fue el momento. ¿Y si confieso que miento?

Primero me tocó descubrir la Lolita de Kubrick y me enseñó en carne viva, cual reminiscencias en mi ser, los sercretos más hermosos y perversos de las nínfulas, porque el filme, quizás por la necedad juvenil, me dejó la imagen de la cautivante Lolita mucho más fuerte que la de su padre, amante y verdugo.

Ahora descubro la Lolita de Nabokov y me encuentro de frente al hombre, el complemento necesario para la existencia de esa Lolita, la voz y mirada de un Humbert Humbert sin duda detestable, monstruoso, pero a la vez delirante y encantador, capaz de lograr a punta de gritos y susurros (porque así lo quiere él) mi asco moral, mi implacable sentencia, mi lástima, y con seguridad el consuelo de mi abrazo final. El tono narrativo de la novela ha dejado más huella en mí, y debo decirlo, que el tenue punto de vista del Humbert fílmico.

La reiterada evocación de H.H. sobre su frustrado primer amor, fatalmente no concretado y encarnado en su Annabel, la nínfula primigenia de su deseo (“estaba de rodillas, a punto de poseer a mi amada...”, ¡ay Humbert, cuánto dolor!) nos conduce por un camino de auto justificación de su ¿abominable? conducta: la debilidad por las novillitas de ensueño que corretean entre risas y miran impúdicamente sin querer mirar, un dolor de cabeza para toda Charlotte.

El relato de Nabokov nos muestra la erección-amor de un hombre cuya confesión en prosa conjuga de cierta manera lo masculino y lo femenino. Se muestra (casi) activo (quien lo duda) creyendo dominar la situación, con la seguridad de que sólo la rigidez de sus normas (“la profética rigidez” que heredase de la tía que lo crió) moldearía para siempre a su Lolita rehén, pero no tardará en convertirse en un hombre vencido, mancillado y desorbitado. Mientras su Dolly tan niña y aterciopelada, esclava de su obsesión (la de Humbert), esconde el dolor por su confinamiento con accesos de llanto nocturnos apilados en un sinnúmero de almohadas de hotel, también se vuelve cada día más arisca e impredecible, se hace más fuerte y diabólica con cada caricia no deseada de su carcelero, porque ella jugará a escabullirse al primer descuido y no se rendirá ante él.

Humbert de frente a su Lo embarazada, su “ninfa caída”, nos hace sentir una suerte de amor helado y velado, más frío que la muerte, donde dejamos correr todas las lágrimas ante su “amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista”. Se trata del ruego desesperadamente afónico del hombre y la negativa implacable de nuestra Lolita. Finalmente, Nabokov nos pide acompañar una vez más a Humbert Humbert en su automóvil para presenciar el ocaso taurino que le procura a Clare Quilty, tan sólo en busca de liberación.

Y entonces, ¿te gustan las Lolitas?
Silvia Marín ©
octubre 2006

alguna de sus muchas ediciones.


Lolita, sigue siendo una incógnita, incluso para ella.
FP
oct. 2006
"En este crimen hay belleza"
R.Osío

LOLITA y Stanley Kubrick /CINE

publicado por Sírculo octubre 2006



Kubrick y Sue Lyon

LOLITA 1962

STANLEY KUBRICK


Dedicado a Iván Feo, que no ha visto Lolita de Kubrick.

Kubrick empieza con un prólogo de cine: Un hombre entra a una casa y mata a sangre fría a otro. Es el profesor Humbert que mata a Clare Quilty. En la novela de Vladimir Nabokov, esa muerte aparece casi al final. Es lo mismo, viene de allí, o va para allá.
Al final de la película , yo, estoy llorando desconsolada junto a Humbert. No sé a quién le tengo mas lástima si a la niña o a Humbert. El hizo todo, todo por su amor, pero fue en vano. Menos mal que Humbert se tapa el rostro mientras llora, si no, la cursilería haría exclusividad, como en cualquier telenovela.
- no hagas una escena, le decía Lolita.


El amor es en definitiva muy cruel.


Y es que ese drama, es un imposible como amor, fuera del establishment, visto muy mal por la sociedad, incluso por la mas comprensiva.


Olvidemos por un momento que ella tenía doce años cuando Humbert la conoció, y, al verla echada en el jardín se enamoró, por su puesto a primera vista.
Por Lolita se quedó en esa casa pavosa. Por Lolita, se casa con esa señora no menos pavosa que trata de ser seductora y ridículamente tigresa. Coqueta hasta mas no poder, fuera de lugar con sus aspiraciones de mujer feliz. Una doñita viuda todavía con atractivo, como diría ella de si misma en un momento oportuno, una mujer que no tiene una pizca de interés por nada que no sea atrapar a un hombre.

Eso no es un crimen, pero, esa señora es una tremenda arribista que quiere imponer su puesto en la sociedad, por encima inclusive de su propia hija. Quiere que su hija no moleste en lo mas mínimo su noviazgo, muy cerca de echar frutos. Si, esto no es un crimen, ¿pero contra su propia hija?. La hecha, la envía a un campamento de verano.


Olvidemos por un momento que a Humbert le interesaba el sexo animal, ¡oh!, en el que todos caen como en una trampa anunciada. Allí no había niña, ni había hombre de edad, era el amor en su mas cruel presencia.


La mujer madura se salió con la suya, se casa, descubre los escritos del hombre (irrespeto al espacio de otro, eso se llama robo), allí lee todo el deseo y el amor que siente él por su hija. Sale enloquecida de casa y muere atropellada como un gato. Esa fue su búsqueda, su perdida de tiempo.


Lolita está atrapada por el mundo de los adultos. Sea nínfula o no.


Humbert busca a Lolita en el campamento de verano y en un largo viaje conocen lo que les depara. La primera noche, en el hotel queda un solo cuarto con una cama king, Humbert alquila un catre para no dormir juntos. Es una maravilla de plano. Humbert duerme en un catre caído, pleno de incomodidad y ella a sus anchas en el centro de una cama enorme.
Lolita es la dueña del mundo por un momento en su vida.


La historia de Humbert y Lolita se abre, pero se convierte en mas pecaminosa. Ahora, además hay incesto. Definitivamente, el amor es cruel.


Humbert, celoso de todos, menos de quien en realidad era, eso pasa a menudo. Clare Quilty se burlo de él a mas no poder, era pues su adversario, interpretado maravillosamente por Peter Sellers. La secuencia del baile es para enamorarse de Clare Quilty. No le importaba Lolita para mas nada que para un papel de una película porno futura, cosa que no estaba en los planes de Lolita, pero si en uno de los tantos planes de este artista de dramáticos.

La perfección de un papel histriónico: esa era la niña Sue Lyon actriz de 14 años que hacia el papel de Lolita. Cada vez que masca chicle me recuerda mis años ninfuloides, cuando los estilos de masticarlos me importaban, y tomar Fanta con pitillo y levantar frágilmente el menique era un acontecimiento. Guardo las distancias, no fueron tan nínfulos como los de esta niña, pero por allí iba. Cuando al final, refiriendose a su loco enamoramiento por Clare Quilty, le díce a Humbert:


- sabes, ese carro que nos perseguía?
- no lo olvidaré en mucho tiempo, decía Humbert.
- ese era el hombre por el que estuve loca toda mi vida. ¿Todavía no lo adivinas?, ese era Clare Quilty, -decía Lolita.
- supongo que nunca se te ocurrió que cuando te mudaste a nuestra casa…mi mundo entero no giraba a tu alrededor. Estaba loca por él desde los tiempos…que él solía visitar a mi madre….
no era como tú y yo…,
no era una persona normal…,
era un genio!!!

tenía de…
una hermosa filosofía oriental de la vida……,
no tardó en averiguar lo que pasaba entre nosotros. Y desde ese momento usó todos los trucos que se le podían ocurrir – decía Lolita.
-¿hizo todos esos brillantes trucos tan sólo por el deleite de atormentarme? preguntaba Humbert.
-Bueno, a veces tenía que hacerlo, como lo del psicólogo alemán. Te tenia que engañar para que me dejaras actuar en su obra…
El psicólogo de Lolita en el film de Kubrick, le dice a su padrastro:
“ella es desafiante y grosera.
Suspira mucho en la clase
Suspira, hace el ruido de …
Masca chicle con vehemencia,
Masca chicle todo el tiempo.
Eso no importa su voz es agradable.
Se ríe a menudo y es excitable
Se ríe de las cosas
Un poco soñadora. Concentración escasa
Mira el libro por un rato
Y luego se cansa de él
Tiene chistes privados
Nadie los entiende así que
no pueden disfrutarlos con ella
tiene control o es excepcional,
o no tiene control alguno.
No podemos decidir cuál.
Y además, ayer mismo, Dr. Humbert
…escribió una palabra muy obsena con pintalabios…
en un panfleto de salud.
Así, que en nuestra opinión, ella sufre
De una aguda regresión de la líbido….
De sus instintos naturales.”

Un film basado en una novela celebre o nó, es siempre la obra de otro, sin embargo la Lolita de Kubrick carga con lo importante de la Lolita de Nabokov.
Es contarlo con todo, y sólo 40% con las palabras. Tampoco, es la imagen en crudo, tiene que ser articulada. No es hacer un encuadre y ya, ni es la “detestable” e insufrible camarita. Es el movimiento de cámara preciso. No sin razón, Truffaut decía que el travelling es cuestión de principio. Pues, todo lo que entra en un plano, en una secuencia, en el discurso de una película es una cuestión moral, es una cuestión de principio. No está allí por la simple adoración a lo exquisito, a los pobres tótem que arrastramos a lo largo de nuestras vidas y queremos que salgan en pantalla a cualquier precio. Los deseos hay que saber pedirlos, buscarlos y hacerlos.

La gesticulación del actor y su personaje, el vestuario, la atmósfera, la luz, la fotografía, el sonido, mucho más, y sobre todo el camino sinuoso, torcido y atormentado del director, deben ser cien por ciento puntuales.

Toda palabra que no puedas decir con un gesto preciso, olvídala. Con una luz indigna, con movimiento de cámara absurdo, olvídalo, no sólo es perdida de tiempo, no es cine. La palabra es ruido con el que debes poder lidiar bien. Usarla con extremo cuidado. Si las palabras en la literatura son de cuidado, en un film debe ser ingeniosas, pues la palabra en la película siempre está deformada, son como sonidos descomedidos, bruscos, desconsiderados, insolentes, diminutivos ridículos, atroces y vulgares. Si eres observador agudo, encontraras la secuencia central, la que nos da a entender el meollo, la acción aunque esta sea muy lenta, es la angustia interna. La violencia de un personaje no es lo que está afuera es lo que se lleva dentro, esa es la que queremos mostrar.

Stanley Kubrick

'Cuando haces una película,tardas unos días en acostumbrarte al equipo. Es como desnudarse delante de cincuenta personas...'Kubrick.
Eurídice Zamora ©

LOLITA por Ma.O.Curiel


" Al comenzar a leer la obra – y superado el rechazo inicial que me produjo H.H- me dejé llevar por la idea que H.H era una victima de esa atracción malsana que producen la nínfulas, y que en el fondo no era mas que un obcecado por la perfección y la belleza. No obstante, hay un párrafo cuya lectura me resultó particularmente reveladora, un párrafo para mi crucial o punto de quiebre en la novela, y es cuando H.H reecuentra a Lolita, tres años más tarde, embarazada, con 17 años y hasta con "olor a fritanga" y dice:


"Resulta evidente que no podía matarla, aunque alguno haya imaginado lo contrario. Es qué no lo entienden. Era un amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista".
Me recordó un libro de Cohen ( creo Bella del Señor) y una pelicula que no logro recordar el nombre, donde el tema era el amor absoluto. Su forma de describir, pensar y evocar a Lolita- de manera casi sublime- te coloca frente a un monumento al amor, a una suerte de Taj-Majal literario.


Nabokov es de esos autores cuyo modo de interpretar – o fabular- la realidad, crean paradigmas. Libros que pasan a constituir " categorías de pensamiento". Así como a una determinada situación la denominamos ""Kafkiana"", a las muy singulares historias de esta naturaleza deberían llamarlas "Nabokiana"


María Curiel


agosto 2006

¡Me casé con tu mamá!


-Me casé con tu mamá.


-¡Fenómeno! dijo Lolita,


Humbert se hizo su padrastro de la noche a la mañana. Lo grave es que Lolita en su pequeño pensamiento, en sus doce años, sospechaba, que Humbert, estaba enamorado, era, de ella. Lolita no alcanzaba afirmar el amor por ella como mujer. El que se haya convertido en su papá le dio a la historia un vuelco mas psicopático. A la historia, mas no a Humbert Humbert. Un psicopata no siente culpa. En esta novela, Humbert, no hace mas que dramatizar ésta situación poniéndose a si mismo como el monstruo de cuatro cabezas. Sin embargo en las pausas de la contradicción de su pensamiento,dice:


“Si me recreo algún tiempo en los temores y vacilaciones de esa noche distante,es porque insisto en demostrar que no soy, ni fui nunca, ni pude haberlo sido, un canalla brutal. Las regiones apacibles y vagas en que reptaba eran el patrimonio de los poetas, no el acechante terreno del delito. Si hubiera llegado a mi meta, mi éxtasis habría sido todo suavidad, un caso de combustión interna cuyo valor apenas habría sentido Lolita, aun completamente despierta.”


Mas adelante dice: “Pero, con franqueza, éstas son cuestiones que no vienen al caso; no me interesa en absoluto el llamado "sexo". Cualquiera puede imaginar esos elementos de animalidad. Una tarea más importante me atrae: establecer de una vez por todas la peligrosa magia de las nínfulas.”


Él 39 y ella doce años.


Él la amaba con locura, ella ni sabía lo que era amor.(si es que eso se puede entender)


Él buscaba el mismo sexo de su infancia, ella simplemente no tenía edad para saber lo que quería, si acaso eso ha de saberse.


Él la amó a primera vista y para siempre, ella no tuvo opción, pues era una nínfula.


Y, ¿qué es una nínfula?



- Una chiquilla de 12 a 15 años. Importante; no toda niña de esa edad es nínfula.


- Atractiva, muy coqueta, llamativa, pero, no necesariamente una bonita colegiala
o girl scout.


- “No tiene acné aunque se atiborre de la comida mas grasienta.”


- “Demoníaca”, pero inconsciente de su poder ligeramente felino.


- Poseedora de amor y deseo prematuro.


- Tierna y de soñadora puerilidad.


- Todavía no es posesiva como la mujer adulta.


- Cínica, vulgar e interesada, por lo general vivaz.


- Pestañas abundantes y mirada insistente y algunas veces muy cruel.


- Escaladora precoz.


- Se burla de la virginidad de las demas.


- Una estrella de cine en ciernes, una chica saludable, pulcra, fuerte y normal. La salubridad de Inrid Bergman en Casablanca, pero con doce años y cabello largo.



¡Ah!, algunas mujeres adultas de hoy, pueden relatar su cronología de cuando eran nínfulas, aunque olviden fácil aquella etapa de su vida.



En el caso de Humbert, nínfula es aquella de la se enamoró “a primera vista, a segunda vista a última vista..” Eso lo hace ser de naturaleza humana, es decir fiel hasta lo insaciable, y así la historia trata de amor, va de amor. No es que Humbert se tenía que enamorar de una nínfula, sino que el amor de Humbert fue una nínfula. Tenía la curiosidad, pero raro, se enamoró. Y le tocó la peor versión del amor.


Cuando Humbert pisa la cúspide de su enamoramiento por aquella nínfula, su Lo, descubierta, pero aun no conquistada, es sorprendido por su ida a un campamento de verano enviada por la madre de ella. Humbert dice:”Sabía que me había enamorado de Lolita para siempre; pero también sabía que ella no sería siempre Lolita. El primero de enero tendría trece años. Dos años más, y habría dejado de ser nínfula para convertirse en una jovencita, y poco después pasaría a ser el colmo de los horrores: una universitaria”


¡Que tristeza la vida, amó a Dolores hasta el final!


“A pesar de lo que había crecido, para mí era más nínfula que nunca, con aquellas piernas y brazos color melocotón y aquel equipo de tenis para adolescente. ¡Me recordaba los ángeles del cielo!


Para no dejar de ver a su Lolita, tuvo que casarse con su mamá, la señora Haze . No la mata, pero repentinamente muere, a partir de allí comienza la tragedia otra vez.


¿Cómo es que Humbert se amolda al mundo de la edad de Lo?, ¿cómo es que no se aburre de Lo?, ¿cómo la puede seguir amando? ..un tipo de literatura ligeramente superior “le olia a escuela”… Lo, no quería desperdiciar sus “vacaciones” con lecturas ”superiores”. Celoso de todos los varones con que se cruzaban, Humbert presentía su trágico destino, el de él.


Pero, Humbert acepta ese mundo, su Lolita como pareja. “Al permitir que Lolita estudiara arte escénico, le di pie-tonto enamorado- para que cultivara el arte del engaño…En realidad lo que hizo fue aprender a traicionarme.” Su enorme pensamiento no omite la idea de que para Lo, es y será siendo, su “querido” papá. “saberlo era un infierno, pequeña mía” –dice Humbert.


Hay que hacer un paréntesis, y recomenzar la historia. El primer amor en la vida de Humbert fue una niña, su niña iniciática llamada Annabel, pocos meses menor que él. “Nos queriamos con un amor prematuro” dice Humbert. Cuatro meses después de su arrebatador amor a primera vista, en aquel verano remoto, Annabel murió de tifus. Así que, Lolita empezó con Annabel. Su pecado fue encontrar de nuevo ese amor de marras, aquella precursora de Lolita, la misma acechante adoración.


Para Humbert; escritor y poeta, todo el enorme mundo era un juzgado. No dejaba de dar esa terrorifica carta de presentación. Siempre examinando su caso, ante el mundo intelectual, ante los sentimentaloides, ante las señoras de sociedad, ante los lectores imparciales, ante los lectores sacudidos por la risa, o por la tristeza, en fin, ante damas y caballeros.


“Quizás interese saber a los psicólogos, ahora que viene a cuento, que tengo la capacidad- caso harto singular, supongo- de verter lágrimas mientras doy rienda suelta a los torrentes de mi lujuria”


“No frunzas el ceño, lector; no quiero dar la impresión de que no conseguí ser feliz.
El lector debe comprender que, dueño y señor de una nínfula, el encantado viajero está, por así decirlo, más alla de la felicidad.”


Vladimir Nabokov hizo una novela valiente, cualquiera sea su época, llena de pensamiento maduro y genial, trata la naturaleza humana, pone al hombre como tal. Eso nos pega, nos llega, de pronto estremece, no deja pararnos de la silla, es como el arte. Y al final nos damos cuenta que todo en absoluto es un invento. El escritor de la novela se atribuye ser el presentador y crítico implacable de Humbert, el John Ray, que sea eso, también un invento, lo sabemos al final, cuando nos convence de todo lo malo que hay en Humbert.

Y todavía no nos hemos referido a la genial muerte de Clare Quilty, el que destrozó
el corazón de su Lo.¿Cómo la podía seguir amando? Nabokov, puso a Humbert movido por un montón de variantes, y no paró hasta ser juzgado para salvar no su cabeza sino su alma. El alma, oxígeno de los poetas para ser comprendido.


“… -Pienso, dice Humbert -en el secreto de los pigmentos perdurables…en el refugio del arte. Y esa es la única inmortalidad que tú y yo podemos compartir, Lolita mía.


Nabokov, escribió bien, pues pensó bien. Refiriéndose a sí mismo, dijo: “Pienso como un genio, escribo como un autor, y hablo como un niño”. Lo que escribió en “Lolita”, lo pensó como un genio.

domingo, 25 de febrero de 2007

Vladimir Nabokov


…Pertenezco a esa clase de autores que al empezar a escribir un libro no tienen otro propósito que librarse de él…
Vladimir Nabokov



"Me gustaba ser compadecido, mostrarme indescifrable, misterioso. Me gustaba ser mal interpretado, sentirme victima, impenetrable.”


Fellini

“Me he inventado por completo , una infancia, una personalidad, anhelos, sueños y recuerdos, todo para poder contarlos”


Fellini


archivo 2006

Las ninfas

El ojo infalible del gran Kafka y su extraña historia de amor.


"La primera lectora auténtica de Kafka fue la desdichada Felice, fue testigo horrorizada del primer argumento kafkiano. Su prometido se debatía en la agonía de la literatura, y por esta razón consignó en su diario el 3 de enero de 1912: "Cuando se hizo evidente en mi organismo que escribir era la expresión más productiva de mi ser, todo se inclinó hacia ello y abandoné todas las facultades que se orientaban hacia los placeres del sexo, del comer, del beber, de la reflexión filosófica y, esencialmente, de la música"."
el blog de bubastis

franz y felice

Friday, August 04, 2006
La extraña relación de amor entre Felice Bauer y Franz Kafka
escritor invitado: federico vegas


Al castellano le cupo, pues, el honor de ser la primera lengua a la que fue vertida desde el alemán la pesadilla de Gregor Samsa (muchos años antes de que los intelectuales franceses de la segunda posguerra decretaran el alto valor literario de los garabatos de Kafka).
El texto de 1938 atribuido a Borges no fue la primera traducción al castellano de La metamorfosis. Ya existían otras traducciones a nuestra lengua desde 1925. No obstante, lo que sí parece cierto es el hecho de que el castellano fue la primera lengua extranjera a la que se tradujo el más célebre relato de Kafka.
Kafka es el gran escritor clásico de nuestro atormentado y extraño siglo.



Felice, Kafka y Canetti





“El otro proceso de Kafka” es un ensayo de Elias Canetti sobre el material epistolar de Franz Kafka a Felice Bauer. Se trata de cartas, y postales, enviadas a diario desde 1912 a 1917. FB, se convirtió en su eterna pretendiente vital, su lectora perfecta. Para los que piensan que las musas y la inspiración son inciertas, está a un paso de perder eso que llaman pasión. Kafka sin saberlo nos quedó a partir de esa tarde del 12 de agosto de 1912. A su mejor amigo le decía de ese flechazo: “Ayer, al ordenar la orbita, me encontraba bajo los efectos de la muchacha Felice fue su impulso número uno. De los encuentros a primera vista que mas han hecho mella en la historia de la humanidad. Y, como todo gran amor se convirtió en un tormento. Esa tempestad lo llevó a decir cosas que han alimentado nuestras pasiones. Rara vez se sentía a gusto en la conversación, “el amor se manifestaba a través de su palabra escrita”
Aquel desastre amoroso dio pie para afirmar que se puede amanecer siendo un enorme y repulsivo insecto.
Esa relación empezó con un temor mayor del convencional. Kafka la nombraba únicamente por unas discretas “FB". “He pensado mucho en ¡ Que embarazo para escribir un nombre!” decía Kafka.
“Felice fue exactamente lo que necesitaba. Una mujer que estuviera a su disposición sin esperar de él más que palabras, como una especie de transformador cuyos errores técnicos conocía y dominaba hasta el punto de que al instante podía corregirlos con ayuda de una carta” “Lo importante de Felice era que existiera, que no necesitara ser inventada y que, tal como era, no tuviera que ser inventada por Kafka... Al cortejarla de lejos, Kafka la idolatraba. Acumulaba sobre ella todas sus preguntas, sus ruegos, sus temores, sus diminutas esperanzas con el fin de arrancarle las cartas.” Dice Canetti
Las primeras cartas fueron escritas con la mayor exactitud y detalles de ese encuentro. Quería su musa sólo para el. Saberlo todo acerca de ella, una idea exacta del ambiente de su trabajo y su casa.
No eran unas inútiles escenas de celos, eran unos celos inmensos, el factor y la precisión para su escritura. Sabía que todo eso podía alienarlo. Lo necesitaba para escribir y, para el, significaba, mucho mas que colaborar con el mundo.
K, logra imponerle que ella también le escriba, y, sin ser presa de la misma obsesión llega a enviarle cartas todos los días. Dos noches después de su primera carta a Felice escribe “La Condena”, de una sola tirada, en una sola noche, en diez horas. “Se diría que con esta obra queda establecida su dignidad personal como escritor.” La semana siguiente surge “el Fogonero”, y durante los dos meses que siguen otros cinco capítulos de “América”, durante dos semanas interrumpe la novela, escribe “la Metamorfosis”. Un período formidable .
El 14 de enero, ya es 1913. Kafka le escribe: “En cierta ocasión me escribiste que querías estar a mi lado mientras yo escribía; pero, imagínate, no sería capaz de escribir en tales condiciones… Escribir significa entregarse por completo…Por ello uno no puede estar lo suficientemente solo cuando escribe, por ello no puede reinar el suficiente silencio en torno a uno cuando escribe, la noche es todavía demasiado poco noche. Por ello no puede nunca bastarle a uno el tiempo, pues los caminos son largos y uno se equivoca fácilmente…A menudo he pensado que la mejor vida para mí consistiría en recluirme con una lámpara y lo necesario para escribir en el recinto más profundo de un amplio sótano cerrado. Me traerían la comida desde fuera y la depositarían lejos, tras la puerta más externa del sótano. El ir a buscar esta comida, vestido sólo con una bata, a través de los pasillos del sótano, sería mi único paseo. Luego regresaría junto a mi mesa, comería lentamente, reflexionando, y de inmediato volvería a escribir. ¡Y qué cosas escribiría entonces! ¡De qué abismos las arrancaría!”




Frank querido,

Hoy vine al parque a escribirte. Estoy sentada en un banco de hierro, muy labrado, a la orilla del camino que serpentea por entre el pasto. El parque está sembrado de árboles que parecen alegres cuando la brisa los mueve. Es un día cálido y mi perro, que está echado debajo del banco a mis pies, parece disfrutarlo tanto como yo.
No sabes como me deleito con tus cartas, trato en ellas encontrar rasgos de tu persona que tanto desconozco y tantos deseos tengo de aprender.
Me queda en la memoria tan poco de ti, de tu mirada, del calor de tu piel en ese último roce de tu mano con la mía, del tono de tu voz. Trato de guardar esos recuerdos, evocándolos en mis momentos más íntimos para poder sobrellevar mis largas noches sin ti. Por eso, en tus letras, intento conocerte, trato de amarte.
La mañana está fresca, la brisa roza mi piel y ella se eriza, así como ese día en que nos conocimos, cuando me deslizaste la foto y me tocaste.
Hoy me siento bien, acompañada con tus pensamientos plasmados en este papel, que se han convertido en mi motivo de vida, en mi ilusión. Puedo cerrar los ojos y soñar con un día en que pueda estar a tu lado mientras escribes, junto a esa luz que procura tu larga noche de insomnio y fantasmas, de tormentos y temores…
No sé si mis angustias te hacen ruido, tu timidez me afecta, no entiendo como puedes desearme con tus letras, en un papel, de la forma que lo haces, alimentando mi alma y tu piel no puede arroparme, para nutrir mi cuerpo hambriento de tus caricias.
Es fácil complacer el cuerpo frágil que solo depende de ciertas reacciones químicas y tan complejo hacerlo con el alma y tu mi amor lo has logrado con tus cartas. No entiendo porque tienes tanto miedo y rechazas nuestra convivencia en pareja.
Tengo suerte de conocerte y poder leerte todos los días, tu palabra escrita evoca mis mejores sentimientos y mi deseo de estar a tu lado.
El parque se ha llenado de visitantes, todos caminan y conversan y en una banca observan a una mujer con un perro a sus pies que sonríe con los ojos cerrados.
Te pienso siempre y todo mi trabajo fluye en dirección a nuestro futuro encuentro.
Te quiero,
F.


Ingrid Melizan ©



agosto 2006


Mi siempre querido Kafka...


Mi siempre querido Kafka, Estoy sentada frente a una ventana en la habitación del hotel donde me hospedo por unos pocos días en tu ciudad de Praga. Puedo ver el río con su lento pasar, la gente caminando un poco más rápido y mis pensamientos volando a gran velocidad. Esta corta visita sin la familia me permitirá escribir una carta que nunca te podrá llegar, pero me la debo a mi misma y quien quita que algún día a alguien le pueda interesar. Hace unas semanas, cayó en mis manos un libro de un tal Elías Canetti,”La Conciencia de las Palabras”, titulo que inevitablemente llamó mi atención. Para mi sorpresa, dentro encontré un ensayo: “El otro proceso de Kafka”, mira lo que hiciste, ¿recuerdas?, nunca pensé que esto podría romper las barreras, las leyes del tiempo, ese libro que escribiste justo cuando rompimos nuestro segundo compromiso matrimonial. Estamos en la historia y no nos dimos cuenta, este ensayo nos hace perfectos, como las palabras sacadas de las cartas que nunca pasaron a la basura, ni quemadas, ni destruidas… Tal parece que nos conocimos ochenta y ocho años antes…, y ha tenido que ser grandioso e inolvidable….Casi un siglo y las palabras amorosas han pasado las barreras de lo irrenunciable….Sí, el amor, cuando es amor, no conoce de renuncias…. El mundo entero comenzaba un terrible proceso hacia la guerra y nosotros viviendo el nuestro particular, … tu buscabas un tronco que alimentara con sabia nueva tu capacidad para escribir, yo solicitando ayuda que me permitiera retomar el amor y la fe ya en ti perdida … ambos dedos apuntaron hacia la pequeña suiza, mi amiga Grete Bloch, quien resultó ser tu nueva motivación y mi doloroso catalizador para romper las promesas de amor realizadas pocas semanas atrás. He llegado a comprender tu incapacidad para amar. Vivías lleno de miedos y con total indiferencia hacia las demás personas, lo cual te hacía excluyente con el compromiso de amor. Vivías atormentado entre lo que tenías y lo que deseabas tener. Tan sensible y frágil eras a la vez, que para protegerte fabricabas una gruesa corteza a fuerza de cinismo. Esto fue lo que mas me hizo atarme a ti. !Amores epistolares en la cabeza de una joven romántica como yo ! Fuiste casi un mendigo pidiéndome que llenara de mis horas, sensaciones y vivencias cada una de las tuyas. Querías saber, vivir, oler todo de mi. Te parecía poco lo que describiera de mi vida cotidiana y para alguien tan normal como yo, eso era un elixir de romántica ilusión. Fueron pocos horas y menos palabras las que cruzamos aquella tarde de agosto cuando nos conocimos casa de los Brod por 1912. Me sentí coqueta y divertida ante la corta cercanía, la cual acrecentaste de inmediato con una invasión de cartas que me enviabas a diario, hasta tres o cinco a la vez. Tus cartas ocupaban todas mis horas, me hacían vivir emociones muy variadas cada vez … en una misma misiva sometías mis sentimientos a tu antojo pasándome por la ternura, agradecimiento y elevación, para que líneas mas tarde me llevaras hasta el asombro, el dolor y la rabia….


Tuya,


Felice


Lolita Sanabria © Agosto 1916-2006


agosto 2006


Praga 28 de Marzo de 1913,
Mi sufrido y gran amor,


Creo que no sabrás nunca lo que te he querido. Así, cómo pocas veces, se puede querer a alguien…. Muchas veces lloro por tu gran dolor, pero, ese dolor es lo que te ha hecho es crear irremediablemente. No mereces tanto sufrimiento. Imagino lo que has tenido que sufrir durante todos estos largos años, por injustas complicaciones sin sentido. O con el que dan a las cosas, los mas inciertos acontecimientos fatuos, y fatalidades inmerecidas….Y aun así, sigues tu camino de palabras tan duramente encontradas, cual diamantes sacados de las minas de África. Tus palabras mueven al mundo, y lo desorbitan en una sóla inspiración….me dices: ¡pobre Felice!, pero eres tú, el sufrimiento que los poetas han cantado desde los primeros tiempos…eres como un Cristo crucificado y abandonado por su padre que tenía que salvar al mundo de tanta maldad, y a toda costa. Hay personas que han sido como Jesús, pagando las penurias de una humanidad pidiendo piedad, y tú la has escuchado…Me dices que tienes un frío inclemente y sientes asco saber que te corre por tu costado izquierdo…. Como quisiera acurrucarte y pasarte la mano por tu cabello abandonado…Se que nunca te enfadas conmigo… Crées, que dejo pasar la vida tranquila sin escribirte… cuan equivocado estas, lleno papeles varias veces al día y siempre terminan en la basura, no vayan ser indignos de ti, no vaya ser que no estén a tu altura…Espera mis cartas, aunque no te lleguen, pues las escribo día tras día….me quita el sueño, sí, pero me gusta. Me duele, sabes, me duele mucho, es como si los huesos estuvieran por fuera….yo soporto sin daño tu manera de vivir, y no sabes como te entiendo…qué equivocado estas, crees que siempre tengo gente alrededor….todo es peor, todo es peor….
Se que es, no tener planes ni perspectivas…y lo mejor que haces es quedarte tumbado en la cama…el presente te colma por completo y es allí cuando te va bien, lo sé…. Dios…. no sabes lo que se eso…. No maldigas el presente, ni menos el porvenir, esa es tal vez…es…. la gran diferencia entre tú y yo….

Tu amada Felice


Eurídice Zamora ©






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