Lo mejor es cuando se juntan el hambre y las ganas de comer y si se acompaña con vino y un buen libro del que hablar, la dicha sólo es mayor si en vez de un amigo son cinco con los que se puede conversar.
La tarde avanzaba deshaciéndose del bochorno que nos dejó la lluvia y las ideas se convirtieron en sentimientos que encontraron su reflejo en los pasajes marcados de los libros. Derivamos a la charla amistosa, los problemas cotidianos, las angustias de la vida que no nos dejan ni un momento, alguien se marcha, uno más que no aguanta la patria, el socialismo y la muerte, nuestras palabras le abrazan, le aconsejan, le atormentan ... le deseamos lo mejor.
Me escapo por el camino de piedra hasta el borde del jardín, ya la humedad ha bajado la temperatura y el agua que cubre la grama mojará nuestros zapatos más o menos en el mismo lugar en el que alguna vez nos reunimos, unos en puntilla, otros barriga adentro y todos con una sonrisa congelada para el flash de la cámara.
Nuestro próximo motivo, "Doña Bárbara", no hace falta presentación, la lucha del bien y el mal, cada cual con sus motivos, ¿Quién tiene la razón?
Thiany González